Alan Turing es una de las figuras más importantes del siglo
XX. Se calcula que gracias a él se salvaron 14 millones de vidas durante la
segunda Guerra Mundial. Lo vuelvo a repetir: 14 millones de vidas. Turing fue
un genio, un visionario que anticipó la existencia de los ordenadores y la
inteligencia artificial.
Y si embargo, aún hay muchísima gente que nunca ha oído a
hablar de él. Por eso se agradece que británicos y americanos hayan decidido revindicar
su nombre a través de esta película, que se centra en Turing, pero que también
habla de Enigma, la máquina que
utilizaban los nazis para encriptar sus comunicaciones, de las instalaciones
secretas donde se reunieron las mejores mentes británicas, Bletchley Park, para
construir una máquina que pudiera derrotar a otra máquina y de la criptoanalista Joan Clarke, la única mujer
que, por méritos propios, participó en el proyecto.
Los protagonistas
son Benedict Cumberbatch y Keira Knightley. Buenos actores, pues, para
una buena película. Los más puristas se quejarán de algunas libertades
históricas que los guionistas se han tomado para que la historia gane en
dramatismo, pero ya sabéis, si tanto os preocupa la veracidad de la historia,
mirad un documental. Si lo que queréis es aprender un poco de historia,
conmoveros con el triste final de Turing a los 41 años, y disfrutar de la actuación del estupendo elenco
inglés, entonces id a ver The Imitation Game.
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